jueves, 26 de febrero de 2015

Claudio Castillo regresa a Tanganhuato



* La única víctima mortal del desalojo en Acapulco es velada en su casa paterna

En México la educación no es gratuita: ¡Se paga con la vida! Reza una pancarta colocada cerca del féretro que contiene el cuerpo inerte del profesor Claudio Castillo Peña, hasta ahora, la única víctima mortal del desalojo que maestros disidentes sufrieron en el Boulevard de las Naciones la tarde del 24 de febrero.

En una caravana de cuatro camiones de pasajeros, integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) acompañaron al mentor desde el puerto de Acapulco hasta la comunidad de Tanganhuato, comunidad perteneciente a Pungarabato, municipio enclavado en la Tierra Caliente.

Reconocido por familiares y vecinos como un disidente de toda la vida, el profesor Claudio Castillo regresó a la casa paterna, la que visitó apenas en diciembre pasado para invertir tiempo y recursos en la realización de algunos arreglos.

Con rostros desencajados, sus compañeros lo devolvieron a su familia, que acomodó el féretro en el área en que don Claudio se reencontró con sus seres entrañables en el cierre de 2014.

Coronas, arreglos florales y veladoras fueron colocados cerca del féretro, con mensajes de duelo que si bien manifestaban dolor, también dejaban patente la sensación de malestar provocada por la muerte del mentor.

Con fondo blanco y letras negras quedó una pancarta en el centro de una corona, muy cerca del féretro de Castillo Peña, en ella se plasmó una frase que encierra el reproche por los golpes asestados a maestros y estudiantes durante los últimos años: “En México la educación no es gratuita, se paga con la vida”.

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