miércoles, 5 de noviembre de 2014

Video del momento de la detencion de Jose Luis Abarca y su esposa



El video, titulado “Captura de José Luis Abarca” subido por la usuaria Rosa Castro, capta a los elementos de la Policía Federal mientras despliegan un fuerte operativo de seguridad alrededor de la casa ubicada en la calle Jalisco 27, colonia Santa María Aztahuacán.
La grabación concluye con una imagen de Abarca custodiado por elementos federales.
El exedil y su esposa fueron capturados esta madrugada en una casa que parecía abandonada en la delegación Iztapalapa.


Detienen en el DF a Abarca y su esposa; declaran en la SEIDO




El exalcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, fueron detenidos la madrugada de este martes en las inmediaciones de la delegación Iztapalapa, en el Distrito Federal, informó José Ramón Salinas, vocero de la Policía Federal.
Abarca y su esposa rinden su declaración en las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) ante el agente del Ministerio Público Federal.

Hasta el momento se ha informado que la pareja fue ubicada en una casa rentada de esa demarcación capitalina.
El expresidente municipal es acusado de homicidio, tentativa de homicidio y desaparición forzada por la muerte de seis personas y la desaparición de 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, en hechos ocurridos en Iguala, Guerrero, los días 26 y 27 de septiembre pasado.
A la esposa del edil se le señala como cabeza del grupo delictivo Guerreros Unidos, al que se atribuye la desaparición de los normalistas.
El titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, señaló en días pasados a Abarca y Pineda como los autores intelectuales de lo ocurrido hace más de un mes en Iguala.
 Fuente: http://www.proceso.com.mx/?p=386617

lunes, 3 de noviembre de 2014

REVELAN CONVERSACION DE NARCO ALCALDE JOSÉ LUIS ABARCA ANTES DE HUIR NORMALISTAS AYOTZINA




Ayotzinapa: A LOS ESTUDIANTES, "los tenemos en la Cueva del Diablo": SICARIO

 
 
sa madrugada del miércoles pasado el sicario ya había bebido los suficientes mezcales para comenzar a fantochear.

"Nos los llevamos a la "Cueva del Diablo". Matamos a los más bravos y a los otros los tenemos ahí" —balbuceó frente a sus compañeros, un grupo de tipos de mala pinta. Hablaba de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.

En la mesa de al lado, un cliente solitario aguzó el oído para agarrar todos los detalles del relato. Había mucho que escuchar: La lengua se le había soltado al matón a sueldo en esa cantina de poca monta de Iguala, donde más de uno sabe que es de sentido común callar para mantener la cabeza pegada a los hombros, aún ahora, con la ciudad tomada por los federales.

Pero nuestro sujeto, aceitado por los mezcales, descartó toda regla de discreción. O dijo lo que sabía, o comenzó a imaginar cosas.

—"Los subimos a dos camiones de pescado y luego nos los llevamos en lanchas por el Balsas. Tenemos vivos a la mitad, en la cueva" —contó. Sus compañeros escuchaban atentos.

El sicario, o quien quiera que fuera, decía trabajar para "Los Guerreros Unidos". No era —y quedaba muy claro— un tipo prudente, menos con la guerra que se ha desatado con "Los Rojos" y con agentes de inteligencia por todos lados.

Vaya, medio Cisen se encuentra en el estado. Pero con solo una botella encima acababa de soltar la sopa a sus amigos de farra.

Dio varios detalles: la noche del 26 de septiembre balearon a tres en Iguala y luego tomaron camino hasta la presa El Caracol de madrugada, en una carretera que serpentea entre la montaña y que termina casi junto al agua.

Después de transportarlos en lanchas río abajo, a los muchachos se les había hecho marchar en fila india en la selva. No todos llegaron. Algunos murieron asesinados en el camino, sus cuerpos fueron lanzados por la borda.

El relato seguía con más detalles. La cueva en la que los tenían retenidos estaba a una hora y media en barco de Acatlán, en una localidad conocida como Acatlancillo, cerca de una cascada sin nombre. Más de la mitad de los normalistas seguían ahí, atrapados, bajo la custodia de una recua de narcos.

—"Están vivos" —insistió el sicario.

Y así, de súbito, el secreto mejor guardado de México se ventilaba en un bar, escapándosele a un tipo con tragos de más. A unos metros, en la mesa contigua, el cliente de oídos agudos, que en realidad era un policía comunitario de la Unión Popular de Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg), dio las gracias a la mesera, pagó su trago y regresó a su campamento con la primicia.

En la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, un misterio que ha desafiado al Estado mexicano y al gobierno federal durante más cuatro semanas, había un nuevo, aunque poco probable y hasta disparatado rastro.

Pero la desesperación lleva a buscar en donde sea. A las fosas de Iguala, las de Cocula y los huesos sumergidos en el río San Juan se añadía la pista más extraña hasta el momento.

Invención o no, el relato fantástico fue tomado en serio en varios niveles, incluidos los oficiales. Abría la posibilidad de hallar con vida a estudiantes que hasta entonces habían sido buscados en pretérito, solo en fosas. Se trataba de algo tan sencillo como esperanza, de aquello que si no existe es reemplazado por la muerte, según define el antropólogo Michael Taussig.

“Sin la esperanza lo que queda es la muerte. La muerte del espíritu. La muerte de la vida, donde ya no hay sentido de regeneración o renovación”, sostiene.

Está muriendo de hambre

La Upoeg lleva un mes de trabajos casi heroicos. No vuelven a casa desde septiembre. Nadie les paga y tienen que racionar la gasolina. De día mal comen y de noche, cuando pueden, duermen en un campamento en el zócalo de Iguala.

Son como sabuesos alocados: andan por brechas y sierras donde nadie en su sano juicio se metería y en ese trajín han descubierto varias fosas con cuerpos. Han sido más eficientes que muchos criminalistas entrenados.

Pero comienzan a sufrir el desgaste de la búsqueda. Su ropa se ve sucia. Sus vehículos lucen más destartalados y polvosos de lo habitual, que ya es decir mucho.

Encima, varias esposas están sumamente molestas por la larga ausencia de sus hombres, que hace cuatro semanas se fueron a tratar de encontrar a los jovencitos de Ayotzi armados de machetes e imbuidos de un primordial sentido de justicia.

“Mi esposa me regañó el otro día, que cómo es que dejaba a mi familia, que me ponía en riesgo, que los ponía en peligro y yo le dije ‘¿y a la familia de esos chicos, qué? ¿A ellos quién los ayuda a encontrar a sus hijos?’”, dice Lucas Pita, un igualteco que dejó todo por ir a la búsqueda de los normalistas.

Es una opinión ampliamente extendida entre sus compañeros. “Vamos a encontrarlos vivos”, promete Crisóforo García, uno de los comandantes.

Pero no han encontrado nada. O lo que han hallado —en las fosas de Iguala—, aún no ha sido plenamente identificado. En tanto, con el paso de los días las provisiones ya comenzaron a escasear.

“Ojalá nos comiencen a apoyar los empresarios con gasolina. Es muy difícil trasladarnos de una comunidad a otra todos los días”, sostiene Lino Ponce, asistente de Bruno Plácido, líder y creador de la policía comunitaria guerrerense, que desde hace casi dos años mantiene su propia guerra contra la delincuencia organizada en varios municipios de Guerrero.

Desde que se involucraron en el caso de los normalistas de Ayotzinapa, los comunitarios de la Upoeg andan a la caza de pistas donde puedan encontrarlas, como todos unos detectives tropicales.

Cualquier dicho, cualquier rumor, es digno de ser revisado. Una fosa en el cerro: hay que ir. Una casa de seguridad en el pueblo: hay que revisarlo. Ropa en la montaña: puede ser de los chicos.

“A estas alturas hay que descartar toda posibilidad”, dice don Migue, uno de los líderes de la columna estacionada en Iguala, donde han establecido una base de operaciones. Se trata de un campamento de casas de campaña al que a diario llegan datos y versiones.

Fue así como esta semana les llegó el rumor de la "Cueva del Diablo" y una misión se organizó al Nuevo Balsas, en uno de los confines más remotos de Guerrero, en la presa de El Caracol.

El dato les resultó tan interesante que los comunitarios se acercaron a la Gendarmería, que por estos días ya está en Guerrero, con una petición:

-¿No prestan algunos hombres y helicópteros para ir a la cueva?

La Policía Federal, tan hambrienta y desesperada por encontrar pistas como la Upoeg dijo "sí".

¿Qué tiene que ver el diablo?

Muchos lugares tienen su "Cueva del diablo". Son sitios que se prestan al mito y que generalmente involucran a un demonio que habita en su interior, donde lleva almas robadas. 

Una interpretación antropológica dicta que la caverna inconscientemente es asociada con una entrada al inframundo y, por ende, con la maldad. De ahí la replicación del mito en varios estados y países. En Iztapalapa hay una. En Mazatlán, otra. En Veracruz hay al menos dos. Alemania tiene la suya. Hay en Florida, Bulgaria, Brasil, Japón y Australia.

En Guerrero hay dos. La que nos atañe y que de alguna manera se filtró al tema Ayotzinapa, se encuentra cerca de Nuevo Balsas, a unos 30 kilómetros de Cocula, donde la Procuraduría General de la República realiza peritajes en un tiradero a cielo abierto y en el río San Juan. En ambos han sido hallados restos óseos y osamentas.

El jueves pasado, eran las 12 del día y una larga columna de gendarmes y comunitarios esperaba en el embarcadero de Nuevo Balsas a que un helicóptero Blackhawk terminara las labores de reconocimiento en el área circundante a la "Cueva del Diablo".

Los federales iban armados hasta los dientes. La Upoeg llevaba varas y machetes.

Formados junto a los botes, los gendarmes escucharon la advertencia de su comandante. “Hay que estar precavidos”, les dijo. “No hay condiciones en esa zona. Hay mucho plantío de mariguana y amapola”.

En un mapa, los federales trazaron las siguientes coordenadas: latitud 17 grados, 55 minutos, cero segundos norte por longitud 99 grados, 58 minutos y 30 segundos oeste.

"La Cueva del Diablo" estaba trazada en un punto rojo.
 
Fuente http://www.notinfomex.org/2014/11/ayotzinapa-los-estudiantes-los-tenemos.html

jueves, 23 de octubre de 2014

¿Qué pasó realmente con los jóvenes estudiantes de Ayotzinapa?



El jueves 23, el padre Alejandro Solalinde será recibido PGR para presentar su declaración sobre el caso de los normalistas presuntamente asesinados en Iguala, Guerrero. Sobre el tema, esta mañana Carmen Aristegui recordó que “hay coincidencias” entre las declaraciones de Solalinde y las primeras declaraciones de Iñaki Blanco, procurador de justicia de Guerrero quién señaló que los normalistas habrían sido trasladados, ejecutados y calcinados en fosas. “La urgencia evidente es encontrar a los estudiantes y eso no se ha cumplido a más de 3 semanas de hechos violentos en Guerrero”, comentó.

Capturan a edil de Iguala. Responsable de la desaparición de estudiantes en Guerrero

 
 
 
 
La detención se llevó a cabo  en un domicilio ubicado al reverso del hotel Galería Plaza  Veracruz, ubicado sobre el Boulevard Adolfo Ruiz Cortines alrededor de las 02:00 horas de este jueves, la detención se dio a cargo de la Policía Gendarmería

José Luis Abarca se encontraba al interior de dicho domicilio  al momento del operativo que finalizaría con su detención, el alcalde se encontraba descansando, ya que se presume escaparía  por vía marítima de manera clandestina.

En estos momentos está siendo trasladado a la ciudad de México para ponerse a disposición del Ministerio Público Federal y enfrentar las consecuencias por los delitos que se le imputan.

Según dice Monte Alejandro Rubio García, titular de la Comisión Nacional de Seguridad, el operativo se realizó con éxito, gracias al arduo trabajo que realizo el departamento de Inteligencia de dicha Comisión hizo posible  la detención de este ex funcionario Público, supuesto responsable de crímenes contra la Humanidad.

El Incauto será juzgado por las autoridades competentes, por lo que pronto conoceremos el resultado de esta investigación.

Esperamos enormemente que se esclarezcan estos hechos y que se haga justicia ante este horrible crimen que ha paralizado al país.
 
Fuente http://noticiasmz.blogspot.mx/2014/10/capturan-al-edil-de-iguala-responsable.html

Deja el cargo el gobernador de Guerrero, pide licencia




El gobernador de Guerrero hace un instante en conferencia de prensa ofrecida a los medios en casa Guerrero anuncia que a decidido  pedir licencia al congreso del estado y deja el cargo de Gobernador

Mira el video 

miércoles, 15 de octubre de 2014

Aguirre me pidió ligar a los normalistas con el EPR, para ir por ellos, acusa ex Secretario






Pioquinto Damián Huato, ex Secretario de Educación de Guerrero, dijo que Ángel Heladio Aguirre Rivero le pidió, cuando era Gobernador interino del estado, que acusara a los normalistas de Ayotzinapa ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de ser guerrilleros para poder encarcelarlos “por el odio que les tiene”. Aguirre fue Gobernador sustituto entre 1996 y 1999, luego de que el Congreso estatal destituyera a Rubén Figueroa Alcocer por la matanza de Aguas Blancas, cuando 17 campesinos fueron ejecutados por policías. Figueroa Alcocer y Aguirre aparecieron juntos en una cena de gala el año pasado. 


“El Gobernador me pidió una vez que acusara ante la Procuraduría a los normalistas de ser guerrilleros de la EPR, me pidió que los encarcelara y que les fundara delitos. Ese odio lo ha permeado a toda la sociedad”,  dijo Damián Huato en entrevista para la primera emisión de Noticias MVS que conduce Carmen Aristegui. El ex titular de Educación Pública también habló sobre la probable responsabilidad del Aguirre Rivero en el caso Iguala. ”No tengo duda, no puedo comprobarlo, pero es una hipótesis por el conocimiento que tengo” que él ordenó la desaparición y ataques contra normalistas.



Damián Huato dijo que el Alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, ”seguramente recibió la orden y la ejecutó. Si son miembros de un cártel, actúan hasta recibir orden”. Refirió que al Edil se le dejó ir “porque sabe muchísimo”. 


A inicios de este año, Pioquinto Damián Huato, ex representante de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Chilpancingo, fue atacado por sujetos armados luego de asistir a una reunión con policías comunitarios. En la agresión falleció su nuera, Laura Rosas, y su hijo Valter Damián fue herido. El ex representante empresarial dijo en ese entonces que el Alcalde priista de esa ciudad, Mario Moreno Arcos, fue el responsable del atentado. 


Damian Huato ha dicho en reiteradas ocasiones que esto se debió porque el Edil tiene vínculos con el crimen organizado. Ayer el Gobernador Aguirre Rivero reconoció que en varios municipios del estado el crimen organizado está coludido con las autoridades. Al respecto, el ex funcionario estatal dijo que el mandatario tiene facultades legales para intervenir en cualquier Ayuntamiento donde haya una crisis de inseguridad o una crisis de funcionamiento.

Fuente: http://www.sinembargo.mx/15-10-2014/1143729.

La bomba puede estallar en cualquier momento en México, caso Ayotzinapa





Todo está listo para estallar”, publica el diario español El País en su edición del 11 de octubre, a ocho días del descubrimiento de otras cuatro fosas clandestinas en Iguala, Guerrero, donde los cuerpos hallados pudieran corresponder a los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero.
En un artículo escrito por el periodista Jan Martínez, títulado ‘La crisis de Iguala se convierte en una tormenta política en México’, señala que sólo falta la confirmación oficial de que los cadáveres corresponden a los jóvenes desaparecidos el pasado 26 de septiembre, para que todo estalle, sin embargo en la espera de ese día, los mexicanos asisten a una oleada de consternación sin precedentes en el mandato del presidente Enrique Peña Nieto.
Aclara que el gobierno sabe del terremoto que se aproxima, por lo que el priista Peña Nieto tuvo que poner manos a la obra para intervenir en el caso al enviar a los elementos de la Gendarmería a hacerse cargo de la seguridad en el municipio, y buscar a los probables responsables de estas acciones.
Ejemplifica que es el mismo camino que tomó el director de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón, el hombre que capturó a ‘El Chapo’ Guzmán, el narcotraficante más buscado del planeta, pero específica, “estas medidas no han logrado calmar los ánimos”.
Señala que a las palabras de consternación del titular del Ejecutivo en México, se han sumado las más altas instancias de la seguridad mexicana. “Uno tras otro, han intervenido para mostrar el denuedo gubernamental en la resolución del caso”.
Por su parte, intelectuales y empresarios se han sumado al malestar. Y han apuntado al corazón del problema: la incapacidad de las fuerzas de seguridad de domar la violencia, lentas y torpes a la hora de detener a criminales que se permiten secuestrar y hacer desaparecer estudiantes por decenas.